Por: Derissé De León
3 de Febrero de 2008
Contar la historia del carnaval puertoplateño es imposible sin incluir al menos la referencia de personas que lo han validado por tantos años y que de por sí le han aportado una identidad propia, unidad y lo han representado en todos los lugares donde se encuentren con todas las cualidades que lo distinguen de los demás pueblos y provincias del país.
A simple vista, Papito Jiménez, Amalio Morrobel, Rafael Tolentino, Vilma Ricardo, Kendra Reyes, Simón Reyes y Jacinto Beard parecerían personas comunes como todas las que habitan en la provincia de Puerto Plata y es que al iniciar noviembre hasta finales de abril cada una de estas personas están dedicadas por entero en la realización del Carnaval Puertoplateño.
Destinar la mitad de cada año a la famosa “Fiesta de la Carne”, engloba todo un proceso de preparación entre la concepción, idea, elaboración, ensayos y presentación de nuevas propuestas de carrozas, comparsas, tribus y personajes significa comprometerse con el pueblo para brindarles cada año un carnaval sin comparaciones.
3 de Febrero de 2008
Contar la historia del carnaval puertoplateño es imposible sin incluir al menos la referencia de personas que lo han validado por tantos años y que de por sí le han aportado una identidad propia, unidad y lo han representado en todos los lugares donde se encuentren con todas las cualidades que lo distinguen de los demás pueblos y provincias del país.
A simple vista, Papito Jiménez, Amalio Morrobel, Rafael Tolentino, Vilma Ricardo, Kendra Reyes, Simón Reyes y Jacinto Beard parecerían personas comunes como todas las que habitan en la provincia de Puerto Plata y es que al iniciar noviembre hasta finales de abril cada una de estas personas están dedicadas por entero en la realización del Carnaval Puertoplateño.
Destinar la mitad de cada año a la famosa “Fiesta de la Carne”, engloba todo un proceso de preparación entre la concepción, idea, elaboración, ensayos y presentación de nuevas propuestas de carrozas, comparsas, tribus y personajes significa comprometerse con el pueblo para brindarles cada año un carnaval sin comparaciones.
El inicio de la celebración de los carnavales puertoplateños data de 1930 y parecería paradójico que en plena dictadura el pueblo tuviese la opción de salir a las calles y demostrar su regocijo por esta fiesta popular y es que verdaderamente esos años fueron sinónimo de un carnaval organizado donde cada disfraz era identificado con tickets por una comisaría que era una especie de organismo contralor de la citada fiesta.
Amalio Morrobel junto a Rafael Tolentino reconocidos en la Gala del Carnaval de Puerto Plata en el año 2000.
La ruta del mismo se hacía por las únicas dos calles que existían para entonces. Se partía desde el Parque Independencia o Central luego atravesaban la calle Beller llegaban al Parque de la Libertad, descendían por la calle 12 de julio y culminaban nuevamente en el Parque Central, a diferencia de nuestro tiempo en que todo el pueblo exhibe sus galas por toda la ciudad y se desborda en la “Zona del Carnaval”, un lugar especial destinado al mismo en el malecón de Puerto Plata.
Sin dudas, la historia de los primeros carnavales puertoplateños estuvo muy vinculada a su tiempo y a su gente. Personajes como Papito Jiménez, Amalio Morrobel y Rafael Tolentino supieron enmarcar en sus personajes su situación social, económica y política y sobre todo su creatividad puesto que no simplemente estuvo sujeta al famoso y particular disfraz de Diablo Cojuelo que es icono del carnaval dominicano sino que con los más mínimos e inimaginables recursos se supo hacer carnaval por muchos años y con mucho éxito.
“Don Papito Jiménez, que para mí es el gran padre de nuestro carnaval, supo hacer carnaval e inculcar un miedo terrible con sus personajes. En especial y el que más fama le dio fue “El Gigante de la Boya” otros como “El Carbonero” y demás hacen que se le considere el pionero de esta gran fiesta popular, la cual considero debe dedicarse todos los años a su persona. En su tiempo el carnaval nacía de él sin necesidad de prebendas y era sanamente”, externa con entusiasmo el tercer representante de esta triada carnavalera, Rafael Tolentino.
Por otra parte, sobresale Amalio Morrobel, quien se ha dedicado por más de sesenta años a la presentación de comparsas con temáticas diversas y muy bien estructuradas donde impera la coreografía y el buen vestuario. Entre sus primeras comparsas figuran: “Caín y Abel”, “Los Discípulos del Masaú”, “El Rey Turey” y otras comparsas históricas.
Amalio Morrobel junto a Rafael Tolentino reconocidos en la Gala del Carnaval de Puerto Plata en el año 2000.
La ruta del mismo se hacía por las únicas dos calles que existían para entonces. Se partía desde el Parque Independencia o Central luego atravesaban la calle Beller llegaban al Parque de la Libertad, descendían por la calle 12 de julio y culminaban nuevamente en el Parque Central, a diferencia de nuestro tiempo en que todo el pueblo exhibe sus galas por toda la ciudad y se desborda en la “Zona del Carnaval”, un lugar especial destinado al mismo en el malecón de Puerto Plata.
Sin dudas, la historia de los primeros carnavales puertoplateños estuvo muy vinculada a su tiempo y a su gente. Personajes como Papito Jiménez, Amalio Morrobel y Rafael Tolentino supieron enmarcar en sus personajes su situación social, económica y política y sobre todo su creatividad puesto que no simplemente estuvo sujeta al famoso y particular disfraz de Diablo Cojuelo que es icono del carnaval dominicano sino que con los más mínimos e inimaginables recursos se supo hacer carnaval por muchos años y con mucho éxito.
“Don Papito Jiménez, que para mí es el gran padre de nuestro carnaval, supo hacer carnaval e inculcar un miedo terrible con sus personajes. En especial y el que más fama le dio fue “El Gigante de la Boya” otros como “El Carbonero” y demás hacen que se le considere el pionero de esta gran fiesta popular, la cual considero debe dedicarse todos los años a su persona. En su tiempo el carnaval nacía de él sin necesidad de prebendas y era sanamente”, externa con entusiasmo el tercer representante de esta triada carnavalera, Rafael Tolentino.
Por otra parte, sobresale Amalio Morrobel, quien se ha dedicado por más de sesenta años a la presentación de comparsas con temáticas diversas y muy bien estructuradas donde impera la coreografía y el buen vestuario. Entre sus primeras comparsas figuran: “Caín y Abel”, “Los Discípulos del Masaú”, “El Rey Turey” y otras comparsas históricas.
Rafael Tolentino, tiene 48 años especializado en fomentar la presencia del disfraz individual. Cada año nos embarga de horror, miedo y repugnancia con personajes que han nacido de sus sueños y que en muchas ocasiones igualmente le producen miedo, de manera que le inspiran a realizarlos y así impactar en nuestro carnaval. Sobresalen: “La Pesadilla Macabra” (Premio Nacional del Carnaval 1998), “El Hombre de Dos Cabezas”(Premio Nacional 1999), “Nacimiento, Vida y Muerte del Conde Drácula”, “El Fantasma del más Allá” y otros que le han satisfecho.
La Nueva Generación
La nueva generación trae consigo una inquietud de obsequiarle a su carnaval una gema mejor pulida y con mayores kilates. Se distinguen, en especial: Vilma Ricardo con sus comparsas en galas de carnaval infantil; la Familia Reyes con sus personajes individuales, carrozas y comparsas a nivel popular y en galas de carnaval y por supuesto, Jacinto Beard con la creación del personaje que nos ha dado una identidad carnavalesca, Taimáscaro.
Para Vilma Ricardo, la legendaria maestra de las danzas clásica y contemporánea y exitosa competidora con sus comparsas en galas de carnaval infantil, ésta es una época de ilusión, fantasía, colorido, alegría cuyos inicios en esta ciudad se deben a muchas glorias como Papito Jiménez, a quien dedicó una de sus comparsas.
“La primera comparsa infantil que hicimos se llamó “Lo Nuestro”, en 1998. Con 60 niños desde 3 a 15 años esta comparsa representó nuestra identidad como pueblo: las marinas, los vendedores, los motoconchos, las retretas, el parque central, los turistas, en sí fue una comparsa muy jocosa y alegre. La recuerdo como obsequio a un hombre que supo hacer de nuestro carnaval una fiesta, Don Papito Jiménez”, comenta Vilma.
Para Vilma Ricardo, la legendaria maestra de las danzas clásica y contemporánea y exitosa competidora con sus comparsas en galas de carnaval infantil, ésta es una época de ilusión, fantasía, colorido, alegría cuyos inicios en esta ciudad se deben a muchas glorias como Papito Jiménez, a quien dedicó una de sus comparsas.
“La primera comparsa infantil que hicimos se llamó “Lo Nuestro”, en 1998. Con 60 niños desde 3 a 15 años esta comparsa representó nuestra identidad como pueblo: las marinas, los vendedores, los motoconchos, las retretas, el parque central, los turistas, en sí fue una comparsa muy jocosa y alegre. La recuerdo como obsequio a un hombre que supo hacer de nuestro carnaval una fiesta, Don Papito Jiménez”, comenta Vilma.
En su experiencia como comparsera de galas, Vilma ha sabido combinar tema, danza, vestuario, música y talentos jóvenes para producir una especie de fantasía y es que la magia de la niñez le ha dado la satisfacción de obtener todos los años un primer premio de carnaval que comparte con todos sus niños. Entre las comparsas que la han prestigiado se encuentran: “Lo Nuestro”, “Carnaval del Mar”, “Olimpos”, “Circalerías”, “Hula” y otras más, cuyos temas han resultado de su arduo trabajo con los niños.
“Ser carnavalero es algo que fluye por las venas, en estos tiempos no se duerme ni se descansa porque una siente un cosquilleo interno, no se contiene, escucha la música de carnaval hasta en sueño, es increíble. Siempre involucrada en le ambiente infantil con la escuela de ballet pues quería buscar la forma de que su energía fuese invertida en algo que les ayudara a su desarrollo y que se divirtieran a la vez, de ahí surgen esas producciones de comparsas año tras año”, afirma la “Tía Vilma” como suelen llamarle sus alumnas y todo el pueblo de Puerto Plata.
“Ser carnavalero es algo que fluye por las venas, en estos tiempos no se duerme ni se descansa porque una siente un cosquilleo interno, no se contiene, escucha la música de carnaval hasta en sueño, es increíble. Siempre involucrada en le ambiente infantil con la escuela de ballet pues quería buscar la forma de que su energía fuese invertida en algo que les ayudara a su desarrollo y que se divirtieran a la vez, de ahí surgen esas producciones de comparsas año tras año”, afirma la “Tía Vilma” como suelen llamarle sus alumnas y todo el pueblo de Puerto Plata.
Una Vida Por y Para el Carnaval
Llegar a la casa de la familia Reyes Rodríguez en estas fechas es un caos, todo el mundo está ensimismado, están ocupados, el tiempo se les agota y no es para menos, es que están preparando el mínimo detalle de su comparsa, la que participará en la gran gala de carnaval. Hay ojeras en sus rostros, no se duerme y se les augura un éxito seguro solo por el hecho de trabajar unidos y de haber levantado esta familia a base de galardones y participaciones en el carnaval, los hace merecedores de su título, una familia carnavalera.
“Como familia, para nosotros el carnaval es un asunto de vivirlo y realmente quisiéramos que el carnaval fuese todo el año, nuestro trabajo es arduo y ya preparando lo que presentaremos este año tenemos la idea del tema de la próxima comparsa, es algo maravilloso por lo cual tengo mi familia”, precisa Simón Reyes, el patriarca de esta gran familia.
Cuando estamos destinados para algo es casi imposible alterar este orden ya que Simón Reyes era un joven que veía esta conmemoración como un acto absurdo del cual se burlaba hasta que un día fue invitado a participar junto a sus amigos del barrio y a disfrazarse, lo hizo y así conoció a Mirtha, hoy la madre de sus hijos: Sandy, Kendra y Jairo. Esta le enseñó a participar y a ganar, desde entonces Mirtha ha sido la coreógrafa, diseñadora, escenógrafa y responsable de todos sus novedosos disfraces individuales y comparsas, aquellos con que han conquistado al pueblo de Puerto Plata y el país.
“De niña mi madre siempre me estimuló a participar en concursos, reinados y en comparsas pero mi formación artística se la debo a Tia Vilma, de ella aprendí bastante. El año pasado decidimos montar una comparsa para presentarla en la gran gala denominada “Kuai” y obtuvo un cuarto lugar que para nosotros significó un primero por ser la primera vez que participamos en esta dimensión y resultamos ser vencedores”, comenta alegremente Kendra Reyes destacando su anterior participación en la gala pero en cooperación con la comparsa “Gayumba” de Valverde Mao ganadora del primer lugar en el año 2005.
Cada año que transcurre son mayores sus anhelos y asimismo su creatividad. Este año participarán nuevamente en este certamen con una propuesta súper interesante pero además se destaca la iniciativa del hermano menor, Jairo Reyes quien siguiendo el ejemplo de Jacinto Beard e inspirado en el auge que ha tenido Taimáscaro, ha creado la tribu “Yokahú”, que significa “dios del mar y la montaña” la cual, en su primera aparición ante el público causó furor tanto en el Encuentro de Carnaval del Centro Cultural León Jiménez como para las demás tribus de este movimiento.
Otro joven inquieto y que es como un hijo adoptivo de esta familia es Julio César Sánchez, un artista en estructuras metálicas y experto en la realización de caretas quien ha sido su soporte desde hace cinco años en lo que concierne a materializar sus ideas. Sánchez considera que trabajar con esta familia es maravilloso ya que hay una relación entre su trabajo y la creatividad de ellos constituyéndose realmente en un verdadero equipo que garantiza el éxito.
“Como familia, para nosotros el carnaval es un asunto de vivirlo y realmente quisiéramos que el carnaval fuese todo el año, nuestro trabajo es arduo y ya preparando lo que presentaremos este año tenemos la idea del tema de la próxima comparsa, es algo maravilloso por lo cual tengo mi familia”, precisa Simón Reyes, el patriarca de esta gran familia.
Cuando estamos destinados para algo es casi imposible alterar este orden ya que Simón Reyes era un joven que veía esta conmemoración como un acto absurdo del cual se burlaba hasta que un día fue invitado a participar junto a sus amigos del barrio y a disfrazarse, lo hizo y así conoció a Mirtha, hoy la madre de sus hijos: Sandy, Kendra y Jairo. Esta le enseñó a participar y a ganar, desde entonces Mirtha ha sido la coreógrafa, diseñadora, escenógrafa y responsable de todos sus novedosos disfraces individuales y comparsas, aquellos con que han conquistado al pueblo de Puerto Plata y el país.
“De niña mi madre siempre me estimuló a participar en concursos, reinados y en comparsas pero mi formación artística se la debo a Tia Vilma, de ella aprendí bastante. El año pasado decidimos montar una comparsa para presentarla en la gran gala denominada “Kuai” y obtuvo un cuarto lugar que para nosotros significó un primero por ser la primera vez que participamos en esta dimensión y resultamos ser vencedores”, comenta alegremente Kendra Reyes destacando su anterior participación en la gala pero en cooperación con la comparsa “Gayumba” de Valverde Mao ganadora del primer lugar en el año 2005.
Cada año que transcurre son mayores sus anhelos y asimismo su creatividad. Este año participarán nuevamente en este certamen con una propuesta súper interesante pero además se destaca la iniciativa del hermano menor, Jairo Reyes quien siguiendo el ejemplo de Jacinto Beard e inspirado en el auge que ha tenido Taimáscaro, ha creado la tribu “Yokahú”, que significa “dios del mar y la montaña” la cual, en su primera aparición ante el público causó furor tanto en el Encuentro de Carnaval del Centro Cultural León Jiménez como para las demás tribus de este movimiento.
Otro joven inquieto y que es como un hijo adoptivo de esta familia es Julio César Sánchez, un artista en estructuras metálicas y experto en la realización de caretas quien ha sido su soporte desde hace cinco años en lo que concierne a materializar sus ideas. Sánchez considera que trabajar con esta familia es maravilloso ya que hay una relación entre su trabajo y la creatividad de ellos constituyéndose realmente en un verdadero equipo que garantiza el éxito.
Taimáscaro: Nuestra Identidad Carnavalesca.
Enero de 1991 significó para el artista Jacinto Beard la consolidación de uno de sus sueños mejor engendrados. Tras realizar actividades como “Una Tarde por la Paz”, compartir ideas con el grupo de amigos “Solidaridad” y presentar en 1980, su propuesta de personajes carnavaleros “Máscara Mueca”, llega a su fase de integración y aceptación del público, el personaje carnavalesco que por muchos años ha definido e identificado a Puerto Plata, Taimáscaro.
Jacinto Beard, creador de Taimáscaro.
“Tai de taínos y máscaro de disfraz son las palabras que componen este nombre que nos hermana ya que a diferencia del carnaval de otros pueblos, donde se emula la representación de las tinieblas nuestra propuesta emula aquel politeísmo sano de los taínos. Esas divinidades con fuerza cósmica universal y natural son las que plasmamos en nuestras caretas y las que distinguen nuestro disfraz como homenaje a nuestras tres culturas originarias pero en especial a nuestra raza extinguida, la aborigen”, resalta Beard sobre el significado de su personaje distintivo.
Jacinto Beard, creador de Taimáscaro.
“Tai de taínos y máscaro de disfraz son las palabras que componen este nombre que nos hermana ya que a diferencia del carnaval de otros pueblos, donde se emula la representación de las tinieblas nuestra propuesta emula aquel politeísmo sano de los taínos. Esas divinidades con fuerza cósmica universal y natural son las que plasmamos en nuestras caretas y las que distinguen nuestro disfraz como homenaje a nuestras tres culturas originarias pero en especial a nuestra raza extinguida, la aborigen”, resalta Beard sobre el significado de su personaje distintivo.
Los componentes del impactante disfraz son característicos de la cultura taína, española y africana. La careta es un cemí aborigen, la camisa y pañoleta se remontan a la usanza española, los pañuelos que cuelgan de sus brazos y sus colores representan las siete potencias de la religiosidad africana, el cinturón a los taínos y el pantalón sellado de caracoles representa a las sirenas en alegórico al vasto océano atlántico que caracteriza a Puerto Plata.
“El colorido disfraz ha variado con el crecimiento de dicha propuesta que en 1991 solo abarcaba 60 personas como Taimáscaros, luego realizamos una campaña de incentivo a participar para el aniversario de fundación de nuestro personaje y la suma ascendió a 100 por ello a la fiesta aniversaria le llamamos “Taimáscaro Cien” y hoy día la suma es infinita, ello se ha traducido en el aumento del conjunto de células que en la sociedad taína se denominaban “tribus”. Cada año hay más tribus y más taimáscaros”, enfatiza Beard.
“El colorido disfraz ha variado con el crecimiento de dicha propuesta que en 1991 solo abarcaba 60 personas como Taimáscaros, luego realizamos una campaña de incentivo a participar para el aniversario de fundación de nuestro personaje y la suma ascendió a 100 por ello a la fiesta aniversaria le llamamos “Taimáscaro Cien” y hoy día la suma es infinita, ello se ha traducido en el aumento del conjunto de células que en la sociedad taína se denominaban “tribus”. Cada año hay más tribus y más taimáscaros”, enfatiza Beard.
Caremí, Ciguayos, Guaitiao, Atabei, Guayacorix, Naiboa, Caney, Yokahú, Cayacoa son solo algunos nombres de las tribus o grupos de Taimáscaros que existen. Ciertamente, el hecho de representar lo autóctono de nuestra etnia con una propuesta de carnaval ha convencido a los puertoplateños de que anualmente su carnaval debe ser enriquecido y por esto hoy ostentan una identidad que ha sido forjada por la actitud visionaria de un joven artista que sí cree en el talento joven y adulto de su pueblo.
En fin, Puerto Plata posee una rica historia de carnaval que nos incita a adentrarnos en el colorido, fantasía y delirio de la fiesta que desborda el malecón desde que entra febrero, la alegría se apodera de todos al saber que desde sus inicios este carnaval ha contado con hombres y mujeres que lo han tomado como una filosofía de vida y no como una simple época del año. La experiencia de los primeros ha servido de inspiración a la nueva generación que considera un orgullo tener a Taimáscaro y carrozas y comparsas que dignamente nos representan dentro y fuera de Puerto Plata.
En fin, Puerto Plata posee una rica historia de carnaval que nos incita a adentrarnos en el colorido, fantasía y delirio de la fiesta que desborda el malecón desde que entra febrero, la alegría se apodera de todos al saber que desde sus inicios este carnaval ha contado con hombres y mujeres que lo han tomado como una filosofía de vida y no como una simple época del año. La experiencia de los primeros ha servido de inspiración a la nueva generación que considera un orgullo tener a Taimáscaro y carrozas y comparsas que dignamente nos representan dentro y fuera de Puerto Plata.
1 comentario:
esta muy interesante y completo este reportaje que haces del carnaval de puerto plata que ya es na tradicion para todos.
En buena hora, Felicidades.
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