21/9/07

Orígenes de la Fotografía en Puerto Plata

Arturo Reyes es uno de los fotógrafos puertoplateños
de la década de los 40

Por: Derissé De León
Puerto Plata.-
Los adelantos que logró tener Puerto Plata no se debieron a la casualidad sino a la causalidad, ya que por ser una ciudad marítima, el puerto facilitó muchos aspectos que desarrollaron la vida de la provincia y del país. Ha de referirse entonces, el caso de la Fotografía, que no se quedó exenta de ser introducida al país tanto por Puerto Plata como por Santo Domingo.
Es bien sabido que la fotografía como técnica y arte se desarrolla en Europa y es específicamente Francia quien lleva la vanguardia de pintar con luz realidades fielmente reproducidas por las primeras cámaras y fotógrafos que ejercieran dicho quehacer.

Sobre los orígenes de la fotografía en Puerto Plata se apuntan rasgos característicos como la gran variedad de inmigrantes en especial de franceses y puertorriqueños que le dieron un matiz especial a este gran género, las innovaciones tecnológicas, las transformaciones y cambios de la misma, la afición y la profesionalidad de las distintas generaciones de fotógrafos, la temática de las primeras fotografías, la instalación y permanencia de los estudios fotográficos y la proliferación de la misma desde sus primeros tiempos hasta la actualidad.

“La fotografía llega Puerto Plata alrededor de los años 1885 traída por los europeos en especial por los franceses que comenzaron a instalar estudios fotográficos, situados en los lugares céntricos de la ciudad y naturalmente con ello se insertaron los diversos materiales fotográficos”, nos comenta el historiador y fotógrafo Germán Camarena Gómez haciendo énfasis en que hasta 1890 la mayoría de fotógrafos eran inmigrantes y se conoce hasta esa fecha como los años de la introducción de la fotografía ya que a partir de 1891 relucieron fotógrafos nativos que habían asimilado la técnica fotográfica.

Características

La Fotografía de fines del siglo XIX se caracterizó por ser realmente una reliquia que impresionó a las primeras personas que lograron ser “retratadas”- porque precisamente la mayoría eran reproducciones exquisitas de rostros- y por demás a los nativos y extranjeros que la experimentaron.
“Al país primero llegó la litografía pero constituyeron novedad a partir de los inicios del siglo XX, las placas de vidrio o autocromáticas de la marca francesa Lùmière e Hijos que reflejaban una escena en específico, poseían sus colores propios con las cuales se podían realizar cuantas copias fuesen necesarias en interferencia de la luz”, considera Félix Rodríguez Tolentino, quien posee ejemplares de estas placas y numerosos archivos de fotos antiguas de familias puertoplateñas y de lugares céntricos de la ciudad en la Fundación Rodríguez Demorizi de Puerto Plata.
Luego se introdujo el negativo en blanco y negro de lo que muchos fotógrafos hicieron uso y así pues todos los avances de la fotografía fueron notorios. Un rasgo interesante es que muchos fotógrafos venían a Puerto Plata y se instalaban por un tiempo en la ciudad y en adelante comenzaban su itinerancia por el país para luego emigrar a su país natal; así se destaca el fotógrafo Juan de Torreforte, puertorriqueño que arribó por primera vez a Puerto Plata en 1872. Iniciaba su trabajo Puerto Plata para luego desplazarse hasta Santiago, La Vega y Montecristi.
“Puyans era una empresa fotográfica que se dedicó a reproducir fotografías de la ciudad sobre postales haciendo posible que estas iniciaran una trayectoria insospechada”, aporta Tolentino. Es decir que uno de los roles fundamentales de la fotografía fue promover la ciudad y el país por todo el mundo ayudando a preservar la memoria histórica de la misma.

Primeros Fotógrafos
Una de las particularidades de los primeros fotógrafos puertoplateños es que la mayoría han sido muy afines a las artes plásticas y visuales, muchos comenzaron siendo pintores y luego desarrollaron satisfactoriamente el arte fotográfico, mientras que muy pocos se dedicaron a crear fotografía artística siendo más notable la comercial, así descollaron muchos cuyos nombres brillan por sus obras.

Uno de los pioneros de este arte, fue el artista cubano Ramón Mella, destacado por ser el pintor por excelencia en Puerto Plata y luego el gran fotógrafo que junto a Gabriel Ornes montó uno de los primeros estudios para 1907. Así se destacan además los Hermanos Orozco, Gabriel Salom, el popular Pedro Catinchi y para 1921 sobresale el fotógrafo Chevremont quien al igual que Torreforte era itinerante.

A partir del 1900 se podría considerar como la época de lo autóctono, una generación de fotógrafos puertoplateños emerge de las enseñanzas de los inmigrantes, en las diversas décadas se recuerdan distintos nombres que hicieron de la fotografía un oficio destinado más bien al registro de identidad, familia y una que otra eventualidad. Emilio Puyans, Apolinar Reyes, Pedro Mercado (Pellón), Mayito, Rafael Román (Fello), Francisco Osorio, Rafael García (Toñito), Luis Heredia, Luis José Dubus, Máximo Castro, Ted Jiménez y Arturo Reyes conformaron el prestigioso grupo fotográfico puertoplateño y otros más que fueron aficionados pero que de igual forma aportaron al desarrollo de este arte.

“Abundaron sobretodo, en los primeros tiempos los fotógrafos de los cinco minutos, que eran como mi padre pues recuerdo que mi padre tenía una cámara de cajón y otra que construyó el mismo para hacer las fotos de los documentos de los puertoplateños y se hizo popular desde 1922 hasta 1970”, sustenta el señor Diógenes Mercado, hijo del popular fotógrafo Pedro Mercado (Pellón). Con esto se destaca la simplicidad de la fotografía en los primeros años hasta que se asimiló por entero.

Ted Jiménez: el artista de la luz

“Contrario a los fotógrafos de trabajo normal, Ted Jiménez fue un preocupado constante de la fotografía pero en especial es y ha sido el único fotógrafo creativo y más grande artista de la luz hasta el punto de considerársele el maestro de la fotografía puertoplateña”, comenta Camarena a modo de recuerdo del artista. Sin dudas, la formación en la fotografía y la permanencia en la experimentación de la misma es lo que le otorga al fenecido fotógrafo la honra de ser una gloria puertoplateña con el incomparable aporte de dejarle a Puerto Plata su estudio y su familia que ha hecho suyo este oficio.
Sus obras nos rumoran el acopio de las enseñanzas del pintor Rembrant en la suculenta reproducción de un blanco y negro o sepia inigualables y del uso del color como la innovación de 1955, por que verdaderamente era un apasionado vanguardista que se graduó por correspondencia de fotógrafo profesional en la Escuela Foto-Técnica Santa Bárbara de California en el año 1950.

“Jiménez fue un fotógrafo auténtico que trabajó arduamente y sin tregua lo que hizo que supiera manejar cualquier problema fotográfico y que además fuese referencia de muchos fotógrafos de la capital que acudían a él ante cualquier vicisitud; pero por demás fue el segundo en el país en introducir las mejores cámaras y a usar las películas de color en sus trabajos”, acierta la señora Mildred de Jiménez, esposa del fotógrafo y artista puertoplateño.

A lo sumo, Ted no se apellida de artista por sólo la opinión de sus conocidos sino además por sus contemporáneos; Arturo Reyes, reconocido fotógrafo puertoplateño, lo recuerda como un maestro que se formò académicamente muy bien al igual que Rafael (Fello) Román. Ted ha sido el único que ha mantenido un estudio fotográfico desde hace 54 años y una gran trayectoria de premios nacionales y locales además del trabajo mancomunado con periódicos y revistas para los cuales fue reportero gráfico y fotoperiodista a nivel nacional e internacional.

La actualidad

De todos los avances que ha tenido la fotografía, la fotografía digital es la última innovación con una multiplicidad de opciones que amplían el campo artístico y comercial de la misma, mientras para muchos ha generado facilidades otros piensan que ha venido a acomodar a las personas de tal manera que cualquiera dice ser fotógrafo.
“Cualquiera con una cámara digital o automática hace maravillas pero eso no quiere decir que realmente una persona sea fotógrafo, fotógrafo es cuando en un laboratorio se le presentan dificultades y usted sabe la técnica y el método para resolver”, recalca Mildred de Jiménez para valorar la labor de los fotógrafos de generaciones anteriores.

“Es frecuente que la generalidad de fotógrafos puertoplateños se iniciaran al comprar una cámara y que después de tirar y tirar fotos como aficionados, la práctica mejorara su trabajo y se le catalogara como profesional, pero todo esto pasó por la falta de escuela de lo que muchos como yo tuvimos que estudiar por correspondencia”, aporta Arturo Reyes, uno de los pocos fotógrafos de la generación del sesenta.
Si es veraz que hay muchas facilidades no es un secreto que en el país y en especial en Puerto Plata hacen falta una serie de grupos fotográficos y /o escuelas que instruyan a las nuevas generaciones y de una u otra manera le inculquen las enseñanzas y que simultáneamente promuevan la fotografía artística más que la comercial. Aún así una nueva generación de jóvenes fotógrafos se destaca en Puerto Plata con muchas de las particularidades que como herencia les han legado los maestros de este arte.

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